Con la puntualidad de un reloj y una determinación palpable, la artesana Martha Orjuela se convierte en una de las principales arquitectas de la ilusión que, año tras año, ilumina las noches de diciembre en la capital tolimense. Desde las siete de la mañana, su jornada en el Taller de Alumbrado Navideño comienza armada de amor, talento y una paciencia esencial para su oficio. Sus manos expertas se dedican a las minuciosas tareas de entelar, enmanguerar e instalar cables de poder, procesos vitales que transformarán frías estructuras metálicas en vibrantes girasoles, colibríes, campanas y pasacalles que adornarán Ibagué.

El orgullo que siente Martha por su labor se irradia en cada figura que ayuda a construir, una satisfacción que comparte con su familia, consciente del impacto de su trabajo. «Mi familia se siente muy orgullosa por la labor que yo hago, porque sabemos que estas figuras que hacemos, brindan mucha alegría a todos los ibaguereños en diciembre«, expresó la artesana. El esfuerzo colectivo del taller busca superar las expectativas con más de 4.000 figuras que este año se distribuirán estratégicamente en puntos icónicos como la Plaza de Bolívar, el Panóptico, el Parque Deportivo, y las céntricas carreras Tercera y Quinta. Entre las novedades más esperadas, se encuentran castillos de fantasía y un impresionante túnel de luz que cubrirá aproximadamente 3.000 metros cuadrados en la Carrera Tercera, entre calles 10 y 15.

La compleja operación detrás del alumbrado no solo recae en los artesanos. Es un engranaje multidisciplinario que incluye jóvenes talentos, adultos experimentados, operarios de alumbrado público de Infibagué, y personal con pericia en soldadura, electricidad, ornamentación y pintura. No obstante, el corazón de este proyecto late con la pasión de personas como Martha, quienes hacen un llamado a la ciudadanía para que valoren y protejan su arduo trabajo. «Nosotros como artesanos… siempre queremos que la gente valore nuestro trabajo, cuidando de él cuando lo instalan, porque nosotros lo construimos con mucho amor y nos duele que a veces hay personas que desprecian lo que nosotros con tanto esmero hacemos aquí», concluyó la artesana, subrayando la esperanza de que este año, la magia de la luz navideña en Ibagué sea respetada y disfrutada por todos.